jueves, 15 de noviembre de 2012

Adaptandonos...


Por fin encuentro un momentin para poder escribir. Por mas que imaginas como sera tu vida con un bebé y un bichito de dos años es mas estresante,sieimpre escuchas que con dos ya no es lo mismo, que no tienes tiempo de nada... y parecen topicazos pero para nada lo son.
Ahora parece que vamos adaptandonos todos pero este primer mes ha sido difícil.
Empezare por el principio: Yo no había querido que mi bicho viniera al hospital a vernos, primero porque aunque a la parte de maternidad no soy partidaria de meterla en un hospital sin motivo y segundo porque yo andaba de lo mas sentimental, era hablar con ella por teléfono y hartarme de llorar así que no quise que me viera así.
En contra de mi voluntad el papi vino con ella el día que nos íbamos del hospital y mi niña no paraba de decirme: mami vamos a casa, no me dejaba ni vestirme, todo el rato diciendole adiós al bebé y diciendo que ella se iba a casa con mama, pobrecita.
No dejo de alucinar en todo el camino a casa con eso de que el bebé viniera con nosotros, yo creo que por mas que se lo habíamos explicado no se lo creía.
Una vez en casa empezó la lucha, el bicho pequeño al principio nada mas quería brazos, no se quedaba dormido solo ni un segundo y mi bicho quería llamar a toda costa nuestra intención, era de lo mas desesperante y eso que ya lo habíamos hablado y habíamos decidido darle su tiempo, no regañarle tanto, dejarla que manifestara su enfado... parecía que estábamos mentalizados pero luego en la practica era mas difícil porque el bicho hacia cosas increíbles tales como: intentar tirar la tele, tirarse de cabeza del sofá, darse golpes contra la pared, tirar una botella de agua entera encima del mueble y de la tele, intentar escalar por la estanteria del salón, gritar, pegarse mordiscos sola...
A todo esto le sumamos la falta de sueño, que esa es otra, en el peque es normal  pero el bicho mayor ha pasado de ser una marmotilla a despertarse dos o tres veces en la noche, algo que no hacia desde los dos meses, increíble.
Encima yo con las hormonas revueltas, me llevaba todo el día con ganas de llorar porque no sabia (y sigo sin saber) que hacer con mi bicho mayor.
Sé que su hermano es un regalo que tendrá toda su vida pero no puedo dejar de sentirme culpable, yo ya había decidido que no tendría mas hijos así que pensaba dedicarme en cuerpo y alma a mi niña y ahora siento que no llego a atender a ninguno de los dos como quiero.
Del peque también me da pena porque aunque las comparaciones son odiosas yo no puedo dejar de hacerlo y pienso en todo el tiempo que le dedicaba a su hermana, todos los masajes, las caricias, las siestas, los ratos y ratos que pasabamos simplemente juntitas y ahora con el no puedo hacerlo porque mi bicho me reclama a todas horas.
Ella con su hermano muy bien, se lleva todo el día pendiente, quiere que se lo demos en brazos, le pone el chupete, le da besos y le dice que le quiere pero en cuanto nos despistamos le aprieta mas de la cuenta o le mete un dedo en el ojo, pobrecito lo que le espera...
Ya llevamos unas semanas que parece que la cosa mejora, hemos encontrado la forma de hacer las cosas, nuestros horarios...
Parece que nos vamos relajando...